ANDORRA, 24 DE DICIEMBRE DE 2011.
Querido amigo:
Te envío esta carta para decirte lo bien que me lo estoy
pasando de vacaciones y que así sepas que he llegado bien.
El viaje de ayer fue agotador, ¡ocho horas en el coche!. A
pesar del cansancio acumulado en el trayecto, la recompensa es impagable. Este
país es precioso, tiene unas altísimas y nevadas montañas, unos pueblos con
encantadoras casas de piedra y ríos que surgen fieramente de entre las rocas;
en definitiva, es espectacular.

En este país hace mucho frío, cuando llegamos el mercurio
marcaba cinco grados negativos, pero con un poco más de ropa, el frío es más
llevadero. Aparte de la belleza de las calles, este año las he visto más
bonitas que nunca con sus decoraciones navideñas, hay luces con forma de renos,
grandes bolas como las de los árboles de navidad y regalos colgados que parecen
suspendidos en el aire. No obstante, aquí no he venido solo a disfrutar de la
hermosura de estos municipios, en realidad he venido a esquiar. Teniendo hoy en
cuenta, ya es el segundo día que realizo este deporte, ya que ayer subimos a la
estación en unos teleféricos muy graciosos con forma redonda y nos colocamos
los esquís. Mis padres, querían tomarse el asunto con un poco más de calma,
pero mi hermana y yo queríamos lanzarnos ya a esquiar y así lo hicimos.
Empezamos por pistas un poco más fáciles porque llevábamos meses sin ponernos
los esquís, pero rápido volvimos a familiarizarnos con las tablas y nos
lanzamos a pistas con mayor inclinación. Cuando ya estábamos realizando el
último descenso de la jornada, como la nieve estaba ya un poco derretida, me
caí pero no me hice daño, salvo por un golpe de poca importancia en el codo. El
día de hoy ha sido fantástico en relación a lo deportivo, pues mis padres se
han animado a desplazarse a mis sectores favoritos de la estación, y allí he
disfrutado como un niño que soy. Cuando ya estábamos de vuelta a la salida de
la estación, se ha puesto a nevar y eso nos ha ralentizado un poco más el ritmo
y casi nos cierran los remontes para abandonar las pistas.
Hoy teníamos pensado ir a un balneario que hay aquí, pero la
imprevista nevada nos ha obligado a quedarnos en una cafetería hasta que
amainara la precipitación. Una vez en el hotel, nos hemos duchado y después nos
hemos cambiado de ropa para salir a dar un paseo por las gélidas calles. El
paseo ha sido una gozada y me he divertido mucho. Primero hemos ido a una
perfumería que hay al lado del hotel, y esto ha sido la parte más aburrida,
acto seguido hemos ido a la pista de hielo para consultar los horarios del día
de mañana y ya hemos aprovechado para cenar en el restaurante de la misma.
Después hemos ido a comprar algo de ropa y un videojuego para mí por las
numerosas tiendas de la calle principal, y por último, hemos estado viendo la
cabalgata de Papá Noel, en la que hemos recogido una importante cantidad de
caramelos.
De vuelta al hotel me encontré con dos grandes paquetes y en
uno estaba escrito mi nombre, lo desenvolví y en su interior había unos preciosos
esquís, que no dudes que estrenaré mañana. Espero que el resto de días sea como
hoy.
Cuando vuelva te contaré que tal me lo he pasado estos días
restante y te enseñaré algunas fotos que he hecho.
Saludos míos y del resto de mi familia.
Carlos.
P.D.: Espero que tu también estés disfrutando de estas
cortas pero merecidas vacaciones.